Vivo en un sector muy popular de Buenos Aires, y la frase más nefasta entre las que usan es LA MATANZA AVANZA, sin darse cuenta que, como un acto profético de maldición, cada vez hay más pobres, más delincuencia, más pobreza y más corrupción y muerte.
Por eso hoy quiero declarar que la Iglesia AVANZA por sobre la maldición; uno de los pasajes que más me conmueve es el que declara sobre qué ROCA está basada su iglesia en el mundo. Jesús es el hijo de Dios, y nada detendrá a la iglesia que declare esta verdad a través de los tiempos. Por eso leamos juntos en Mateo 16:16-18: «…16 Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. 17 Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. 18 Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella…”.
La iglesia de Cristo está creciendo a pasos agigantados en Argentina, está avanzando; perdonando la comparación, es como una «plaga», que nada ni nadie puede detener. Y cuanto más crisis hay, ¡más crece!
Esta información ya corre por los pasillos del infierno y el plan del enemigo está muy claro. El Faraón (diablo) ya ha ordenado que debemos morir en el horno de fuego; debemos ser declarados públicamente enemigos de la próxima generación…
Porque hemos sido declarados como los Antiderechos /Anti-aborto /Anti-LGTB /AntiCorrupción /AntiVerdad Relativa y tantos otros motes que nos han dado, para declararnos culpables de los males de este tiempo. Y nuestros hijos serán el blanco del ataque más feroz de la historia, será tal vez el último avivamiento en la tierra, pero lo vamos a pagar con sangre, sudor y lágrimas.
Me pregunto y pregunto: ¿estamos preparando a la nueva generación para estos nuevos desafíos..?
Somos los que visitamos las cárceles y bendecimos a los presos en toda Argentina, llenamos de oración y esperanza los hospitales, vivimos junto a cada adicto su proceso en centros de rehabilitación, tenemos hogares para niños con problemas de abuso y podría enumerar otras tareas de las que el ESTADO no se hará cargo nunca porque no sabe cómo hacerlo pero de las que sí nos ocupamos nosotros.
Somos la reserva moral del mundo, la iglesia que lleva adelante la defensa y la oración por el pueblo de Israel, que defendemos la familia, que defendemos los valores bíblicos…
Algunos creen que debemos volvernos inclusivos, en todos los aspectos. EL amor de Jesús incluye a todos pero él siempre dice LA VERDAD y cree lo que la palabra dice.
Como ya los hice transpirar un poco, alguien podrá decir: «Pero Pr, Jesús nunca se metió en estos dilemas». Claro: solo se «metió» con la iglesia, donde al ver cómo los mercaderes hacían que los peregrinos pagaran fortunas por los sacrificios a Dios, se enojó de la peor manera: ¡porque esa era SU casa de oración! Tengamos entonces cuidado en nuestras iglesias, que no se conviertan en un lugar donde exclusivamente se hable de Logros, Prosperidad y Riquezas, sino que sea un espacio para hablar del amor de Dios —lo más importante.
Por eso, YO AMO LA IGLESIA porque…
¡porque somos diferentes..!
1 Corintios 12:12-27 nos habla de los diferentes que somos y eso es lo que nos hace poderosos en Dios. Esa es la manera de Dios para que su iglesia se multiplique y en cada rincón de esta sociedad haya alguien hablando de Su amor, iluminando en la oscuridad. El trabajo es en equipo por si no lo entendimos: la iglesia más grande del planeta, nunca podrá superar a la unidad de la iglesia de Cristo.
Cada año puedo estar en la Marcha de Jesús más grande del mundo en San Pablo, Brasil, donde 3 millones de personas marchan, pero no es una iglesia. es LA IGLESIA la que se moviliza
¡Somos diferentes, sí! ¡y somos poderosos en DIOS!
Porque somos el único plan que Dios tiene…
No hay ni hubo nunca un Plan B… Solo somos nosotros las manos y los pies de Jesús.
Uno de los secretos mejor guardados del plan entre Dios y su hijo fue que una vez que Jesús ascendió a los cielos, ya no hay otro plan, solo el formado por sus discípulos y su iglesia. Tan frágil como la debilidad de sus seguidores, tan poderoso como su iglesia unida para ver la gloria de Dios en toda la tierra.
En caso que nos peleemos entre nosotros por una rodaja de poder, el no podrá hacer nada.
Cuando puedo mirar desde un avión las ciudades, pienso «¡cuántos pequeños reinos hay en la ciudad!». Si supieran que si estuvieran unidos, el poder de Dios se movería más poderosamente para la transformación de la ciudad, dejarían las ideas egoístas y mesiánicas personales para ser parte del equipo de Jesús, que solo busca levantar SU NOMBRE.
Porque Dios y su poder se manifiestan en su iglesia…
Hechos 2:43-47 NTV: “43 Un profundo temor reverente vino sobre todos ellos, y los após-toles realizaban muchas señales milagrosas y maravillas. 44 Todos los creyentes se reunían en un mismo lugar y compartían todo lo que tenían. 45 Vendían sus propiedades y posesiones y compartían el dinero con aquellos en necesidad. 46 Adoraban juntos en el templo cada día, se reunían en casas para la Cena del Señor y compartían sus comidas con gran gozo y generosidad, 47 todo el tiempo alabando a Dios y disfrutando de la buena voluntad de toda la gente. Y cada día el Señor agregaba a esa comunidad cristiana los que iban siendo salvos”.
El poder del espíritu Santo siempre fue derramado sobre su iglesia. Si bíblicamente estudiamos el derramamiento de su poder nos daríamos cuenta que cada vez que su iglesia se unía en un solo sentir y con un corazón humilde, su poder se multiplicaba de tal manera que se hizo imposible para el enemigo, detener el avance de la iglesia. La persecución, las muertes, las prohibiciones solo hicieron que la iglesia se multiplique en el mundo entero.
La iglesia AVANZA, a pesar de nuestros errores; Dios sigue bendiciendo y por amor a su propio nombre y su Gracia, todo lo que glorifique a Dios seguirá creciendo y transformando esta Argentina que hoy más que nunca necesita tomarse de la mano de Dios.
La iglesia AVANZA, porque el Dios de Moisés nos sigue guiando en el medio del desierto hacia la tierra prometida, por medio de su nube y su columna de fuego hacia el propósito de llevar Su gloria a esta generación.
La iglesia AVANZA…—