Periódico Rhema

 

La Copa América 2024 terminó como todos los argentinos queríamos que finalizara: la Argentina gritando ¡Bicampeones!, título que se hizo realidad con el gol en el alargue de Lautaro Martínez y que dejó afónica a toda la Nación.
Pero lo que también conmocionó —y mucho— fue cómo comenzó, en ese ahora lejano 20 de junio cuando Argentina inauguró el certamen junto a la selección de Canadá.
Fue algo verdaderamente conmocionante y que, lamentablemente, la vorágine cotidiana se encarga rápidamente de dejar atrás, por lo cual es nuestra intención revivirlo en esta nota. Nos referimos a la oración y bendición que dos pastores (uno en castellano, el otro inglés) arrojaron sobre todo el evento y del cual fueron testigos los 71.000 presentes en el estadio y millones que lo seguían por televisión, en 190 países.
La ceremonia de Apertura comenzó y en la misma el pastor paraguayo Emilio Agüero desde el medio-campo del Mercedes-Benz Stadium, en Atlanta, y al lado de la copa que finalmente se llevaría Argentina, comenzó una oración del mismo tenor que podemos escuchar en cualquiera de nuestros templos.
“Dios bendiga a América. El mensaje de Cristo sigue vigente hoy en día y él nos llamó a la paz, a la comprensión y al perdón” —empezó con voz firme el pastor, en castellano por supuesto.
“También [Cristo] nos dijo ‘cree’. Porque para aquel que cree todo es posible. Estas palabras nos alientan a no desanimarnos, a creer en grande y creer que todo se puede”, continuó Agüero. Y cerró con: “Dios bendiga a todas las naciones de América. A cada equipo y a cada deportista. A todos los hinchas y dirigentes. Y a toda la familia del continente. En el nombre de Cristo Jesús: ¡Amén!” —finalizó Agüero, dejando                  anonadados a miles de televidentes, incluidos nosotros.
El suceso no debe pasar desapercibido. Siempre decimos que queremos influir en la sociedad, brin-darle a la misma valores evangélicos y, sobre todo, la esperanza de la Salvación. Por esto mismo, ha sido un acontecimiento del que tenemos que tomar nota en toda su dimensión y en toda su importancia.
Ahora bien, ¿cómo llegó el pastor Agüero al césped del estadio, en el partido inaugural? La información posterior cuenta que Alejandro Domínguez,  también paraguayo y presidente de la poderosa Conmebol, con sede justamente en Paraguay, se suele congregar en la iglesia Más que Vencedores, pastoreada por Agüero y por su esposa Liliam Medina, desde hace casi 20 años.
Asimismo, otro punto de contacto, es que el Pr Agüero escribe en el diario La Nación, de Paraguay, medio fundado por el padre de Alejandro Domínguez, Osvaldo Domínguez Dibb, quien falleciera en febrero de este año.
El pastor Agüero, en su cuenta de IG, había lanzado un misterioso mensaje previo expresando: “Dios abre puertas impensadas #Bendicion #copaamerica2024 Hoy jueves 19:40 hs Soltaremos el león”, mensaje que cobró relevancia con el correr de las horas cuando se presentó en estadio ubicado en Atlanta, en el estado de Georgia. Atlanta es una de las ciudades más conservadoras y religiosas de los EE.UU, donde un 63% de sus habitantes es protestante siendo, además, la segunda ciudad estadounidense con más cantidad de megaiglesias (son las iglesias evangélicas a la que asisten más de 2.000 personas); solo la supera  Houston, en Texas.
A partir de aquí, hubo varias consecuencias, entre ellas, la búsqueda de los medios sobre quién es el Pr Agüero y si la bendición era apropiada o no, en un evento de esta naturaleza. Sobre lo primero, nos enteramos que el pastor tiene férreas posiciones en contra del aborto, la ideología de género, la homo-sexualidad y el divorcio, lo que le valió en Paraguay el mote de “ultraconservador”. Y que no se anda con medias tintas cuando lo critican en las redes, donde es contestatario y combativo; esto tal vez lo trae de su pasado, donde fue campeón de kickboxing (artes marciales) con el sobrenombre de “El Destructor”, actividad de la cual se retiró a los 27 años, porque este deporte violento entraba en contradicción con su creencia, según expresara en alguna entrevista previa.
Con respecto a lo apropiado o no de invocar a Dios en un evento de estas características, va de suyo que los evangélicos estaremos siempre a favor. Que el Rey de Reyes derrame bendición y a través de ella cuidado para todos los participantes y asistentes, sería algo tremendamente positivo para la fe. Pero, como imaginarán los lectores, la presencia de los pastores también produjo mucho rechazo y enojo, entre el público no creyente o creyentes de otras religiones; miles se mostraron furiosos en las redes sociales, “no hay que mezclar la fe con el fútbol”, “le vendieron la Copa a los evangelistas”, son algunas de las cosas que se han publicado, tanto en medios convencionales como en redes. De hecho se trajo a la palestra los reglamentos de la FIFA que expresan que la entidad es neutral en cuanto a religión se refiere y prohíbe  «mensajes de naturaleza política, ideológica, religiosa y ofensiva» en sus eventos. Por ejemplo, el artículo 11 de su reglamento, capítulo 1, expresa que podrán “imponerse medidas disciplinarias a toda persona que lleve a cabo algunas de las siguientes acciones“, entre las que se encuentra “servirse de un evento deportivo para realizar manifestaciones de índole distinta a la deportiva“. Infantino, el presidente de la FIFA, organismo rector que contiene a la Conmebol, estuvo presente en el acontecimiento y, a este momento, que sepamos, no expresó disconformidad, enojo o represalias, al menos no en forma pública.
Tanto fue el encono manifestado o hateo, que el pastor convocado, a las pocas horas de su presencia en la inauguración, expresó en sus redes: «Pido disculpas a los medios que me están queriendo hacer una nota. No lo haré por pedido de mi familia. Los ataques son intensos y cualquier palabra dicha, por más conciliadora que sea, solo generará más odio. No me avergüenzo del evangelio, es Poder de Dios para salvación». Y el Pr Agüero cerró así el tema.
Y para el final, la gran pregunta: ¿por qué nos llevamos el fruto de la bendición, justamente nosotros, los argentinos? ¿Tuvo algo que ver el Señor en el resultado a nuestro favor?
En cuanto a fe puesta en el campo de juego, perdemos “por goleada”. El equipo cafetero tiene varios jugadores evangélicos en su plantilla como nuestro conocido Miguel Borja, Yerry Mina, Johan Mojica, Mathus Uribe (por ej, los cuatro, en su hotel, estuvieron cantando con Alex Campos luego de la semifinal victoriosa, temas como Al taller del maestro vengo); y se suman Juan Fer Quinteros, Juan Cuadrado y Davinson Sanchez (podría haber otros, pero sin confirmación personal). De nuestro lado, solamente Franco Armani y solo puede bendecir desde el banco, porque es suplente en este ciclo.
Dicho esto, a todos nos interesa intentar llegar a una conclusión si la bendición privilegió a algunos e ignoró a otros; si el Señor tomó partido o se mostró ecuánime; si la espiritualidad tiene algo que ver con salir —o no— campeones.
Para responder, apelamos a unas expresiones del IG del Pr Sergio Belart, reconocidísimo siervo de Dios, afincado Córdoba: “El fútbol es solo un deporte para disfrutar. A veces te trae alegría, otras veces tristeza. Dios no tiene nada que ver con futbol, tiene otras prioridades. Estos días he escuchado: “oraciones para que tu equipo gane”, “Palabras Proféticas”, “que vamos a tomar la tierra prometida”, “Dios nos dará la revancha”, por favor un poco de madurez y equilibrio”, nos concluye el Pr Belart y creemos que no nos queda otra que estar muy de acuerdo con él.—